Invertir en bolsa o trabajar toda la p*ta vida - Parte I
Feliz año y todas esas cosas.
Espero que no te haya reventado el estómago con tanta comida.
Sinceramente, no tengo muy claro cómo mi estómago ha sobrevivido a estas navidades.
Pero bueno, el caso es que lo ha hecho.
Aunque no sé si podré superar unas navidades más.
Habrá que pensar que sí.
Yo creo que sí.
Quizás sea porque soy un jodido optimista.
Eso me dice mi novia.
Y yo, qué quieres que te diga, tiendo a darle la razón.
Lo contrario me mete en problemas.
Y no sé a ti, pero a mí no me gustan los problemas.
Bien.
Estamos en el año 2023.
A estas alturas de la película, prácticamente nadie invierte en bolsa.
No miento.
Concretamente, solo un 7% de los españoles tienen un fondo de inversión.
El 7%.
7 de cada 100 españoles invierte en fondos.
Ni siquiera 1 de cada 10.
Y eso que la bolsa es una máquina de generación de riqueza acojonante.
La mejor que yo conozco.
Por algo pongo todo mi dinero ahí.
No es por casualidad.
Para nada.
No conozco tus aficiones, pero a mí no me gusta tirar el dinero a la basura.
Llámame loco.
Me cuesta bastante ganarlo, y más ahorrarlo (sobre todo en navidades).
Así que una vez que el dinero está ahí sentado en la cuenta del banco, pues le cojo cariño.
Y no me apetece que desaparezca.
Soy así de raro.
Total, que prácticamente nadie invierte en bolsa.
Es decir, que nadie quiere aprovechar esta gran máquina de generación de riqueza.
Y eso ocurre por varios motivos:
La educación financiera de la sociedad es nula
La gente escucha bolsa y piensa en el Lobo de Wall Street
La bolsa implica riesgo, y a nadie le gusta el riesgo
Por ejemplo, de vez en cuando mis amigos me preguntan por mis inversiones.
Yo les hablo de las maravillas del índice S&P500 y su 10% de rentabilidad anualizada en los últimos 100 años.
En ese punto, suelen decirme siempre lo mismo.
“Ya, pero ese 10% no es seguro, ¿no? También puedo perder dinero”
Y no les falta razón.
Claro que pueden perder dinero.
Sin ir más lejos, en 2022 el S&P500 ha bajado un 20%.
Así que sí, se puede perder dinero.
Desde luego.
Cuando inviertes en bolsa siempre, siempre, siempre te estás arriesgando a perder dinero.
Es lo que hay.
Cuanto antes lo aceptes, mejor.
El problema es que cuando no inviertes en bolsa, siempre pierdes dinero.
Ojo, no es una posibilidad.
Es una certeza.
Una certeza tan grande como que Mbappé marcó 4 goles en la final del mundial y perdió.
Y se debe a la inflación.
Sí, la maldita inflación que lleva 2 años empobreciéndonos.
Creo que ya se habla suficiente de la inflación, así que no voy a aburrirte con ello.
Si el precio de todo no para de subir, tu dinero en el banco cada vez puede comprar menos cosas.
Es sencillo.
Aquí acaba la lección de matemáticas y empieza la de la vida real.
Hoy te quiero contar cómo fue mi camino para empezar a invertir en bolsa.
Hace no mucho yo era uno de esos 93 españoles que no tenían ni p*ta idea de lo que era un fondo de inversión.
Y mucho menos una acción.
En otro email te di unas pinceladas sobre cómo fueron mis inicios en el mundo de la inversión.
Por si no lo leiste (o se te ha olvidado, algo bastante probable), voy a resumirlo brevemente.
Tengo 30 añitos, unos ahorrillos en el banco, nula educación financiera y quiero hacerme rico de la noche a la mañana.
Por si todo eso no fuera poco, acabo haciendo trading en el Forex siguiendo los consejos de un gurú que me quiere vender su curso de 3.000€ rebajado a 997€ (por ser yo, claro está).
¿Qué podía salir mal?
Joder, pues todo.
La verdad es que viendo cómo estaba el percal, bastante bien salí de todo aquello.
No palmé los 997€ del curso porque no lo compré, que ya es bastante.
Decidí ser autodidacta. Me pasé 2 años intentando hacerme millonario analizando gráficos del euro versus el dólar.
Pensando que podía encontrar la fórmula mágica, esa de la que tantos anuncios de Youtube te hablan.
Pero no la encontré.
Y acabé perdiendo 500€ durante esos 2 años.
Al final fracasé en mi objetivo de convertirme en un buen trader.
Bien.
Una vez que me dí cuenta de que el trading, el Forex y el análisis técnico no eran para mí, continué mi búsqueda del santo grial.
En mis aventuras con el trading había visto algunos blogs que hablaban sobre invertir en bolsa y los fondos de inversión.
Así que decidí seguir por ahí.
Le pregunté a Google “cómo ganar dinero en la bolsa”.
Y me puse a leer blogs.
Y a leer.
Y a leer…
Durante unas semanas no hacía más que leer.
Y al poco tiempo me di cuenta de un gran problema.
Algo que me estaba jodiendo mucho.
Cada web te recomendaba una cosa distinta.
Ninguna se ponía de acuerdo.
Y claro, yo no tenía ni idea de lo que era la bolsa ni cómo podía ganar dinero en ella.
Por lo que buscaba un método sencillo.
Algo que supiera la gente del mundillo, para replicarlo yo y hacerme rico.
No podía ser tan difícil, ¿no?
Pues sí, era (y es) tremendamente difícil.
Los más de 20 blogs que leí te decían cosas como:
“No pongas dinero ahora, la bolsa está sobrevalorada”
“Invierte ya, que todo va a subir”
“La mejor estrategia es comprar acciones que den dividendos altos, obtienes ingresos regularmente y su valor es más estable”
“Las empresas que dan dividendos crecen poco, no debes invertir en ellas”
“Invierte periódicamente en la bolsa durante muchos años, para que puedas compensar las subidas y bajadas del mercado”
…
Como ya te habrás dado cuenta, muchas de estas ideas se contradicen unas a otras.
Y claro, yo, en mi “inmensa” sabiduría, me preguntaba lo siguiente:
Si toda esta gente que sabe tanto sobre la bolsa no se pone de acuerdo, cómo cojones voy a saber yo lo que tengo que hacer.
Estaba sobrepasado por tanta información.
No tenía ni idea de lo que hacer, vaya.
En ese momento un buen amigo me prestó Padre Rico, Padre Pobre, un libro sobre finanzas personales.
Sé que suena a tópico decirte que “ese libro me cambió la vida”.
Pero, qué quieres que te diga, fue así.
Y no porque el libro me mostrara la puerta de atrás de Matrix para ganar millones mirando grafiquitas de precios.
No, para nada.
Lo que sí hizo fue darme varias ideas importantes sobre cómo funciona el dinero.
Y sobre todo, lo que tengo que hacer yo para tener más dinero.
Cosas como:
Los activos ponen dinero en tu bolsillo. Los pasivos sacan dinero de él → Compra activos, no pasivos
La clase media trabaja por dinero. Los ricos hacen que el dinero trabaje para ellos → Haz que el dinero trabaje para ti
Estas dos simples ideas me petaron la cabeza.
Muy fuertemente.
Y además, el libro me hizo darme cuenta de algo.
Algo que se instaló en lo más profundo de mi cerebro.
Ahí donde solo había porno y pensamientos muy oscuros.
Y fue esto.
O gano dinero invirtiendo en bolsa o voy a tener que trabajar toda la p*ta vida
A estas alturas de la película te habrás dado cuenta de que mi intención no es trabajar hasta los 70 años.
Así que tomé el otro camino.
El de intentar ganar dinero invirtiendo en bolsa.
La historia no acaba aquí, pero el email sí.
La semana que viene te contaré los tumbos que di para encontrar mi estrategia de inversión actual.
Vamos, que te diré cómo invierto yo mi sucio dinero para que me genere más sucio dinero.
Hasta entonces, que tengas una buena semana.
Invertir es vivir