Invertir en bolsa o trabajar toda la p*ta vida - Parte 2
Estamos metidos de lleno en el 2023.
Ya se han ido las navidades y han venido un par de kilos.
Nada nuevo bajo el sol.
Hoy toca continuar donde lo dejamos el martes pasado.
Si no te has leído el email, no pasa nada (esto no es El señor de los anillos 2).
Y si eres de los que no les gusta perderse un detalle, aquí lo tienes.
Vamos a ponernos en situación.
Es 2019, tengo 33 años, unos buenos ahorros en el banco, y me he pasado 2 años intentando encontrar la fómula mágica de la cocacola viendo gráficas de precios en el Forex.
Como era de esperar, fracasé estrepitosamente.
Yo, y todo el mundo que lo haya intentado (no estoy solo en esto).
Pero como soy un tío persistente (mis amigos me llaman pesado, pero a mí me gusta más persistente), no me quedé ahí.
Tras dar tumbos por cincuenta blogs de inversión en bolsa y acabar más confundido que Dinio por la noche (si tienes menos de 30 años no vas a entender la broma), empecé a ver la luz gracias al libro Padre Rico, Padre Pobre.
Este libro no me enseñó nada sobre la bolsa.
De hecho, sus consejos sobre cómo invertir son, en mi opinión no solicitada de hoy, bastante malos.
Pero sus ideas sobre finanzas personales sí que son útiles.
Así que cuando lo acabé me sentí más emocionado que un niño al despertarse el 6 de enero.
Me quería comer el mundo.
Y todo era por una sencilla razón.
Había averiguado cómo aprender a invertir mi dinero.
Ojo, no tenía ni p*ta idea de cómo ganar dinero invirtiendo.
Ni en la bolsa ni en ningún otro sitio (mucho menos en el trading).
Pero había sacado una valiosa lección.
Sabía dónde podía aprender a invertir en bolsa.
En los libros.
Ni blogs, ni podcasts, ni Youtube, ni Twitter.
En los malditos libros.
En realidad, era de cajón. Pero, como tantas otras cosas, no te das cuenta hasta que lo tienes delante de tus narices.
Vamos a ver.
Si tu te lenvantas una mañana y decides que la profesión de tus sueños es ser panadero, ¿dónde crees que vas a aprender mejor?
En un blog sobre pan que te sale en Google porque tiene el SEO optimizado (pero de harina sabe más bien poco)
En un canal de Youtube donde un chaval de 25 años te dice que es un experto panadero
En la panadería de tu barrio, que está ahí desde que naciste, y el panadero tiene unos brazos que parecen hogazas
Hombre, cuando lo pones así la elección es bastante obvia.
Pues en el mundo de la bolsa pasa exáctamente lo mismo.
Quién va a saber más, @inversor algo (en Twitter hay muchos) con su blog creado hace 6 meses, o Warren Buffett que lleva 60 años invirtiendo en bolsa y ha obtenido un 20% de rentabilidad anualizada.
Por si no tienes mucha idea sobre bolsa, un 20% de rentabilidad anualizada durante 60 años es una auténtica barbaridad.
Está al alcance de muy pocos.
Se pueden contar con los dedos de una mano.
Y me sobran dedos.
Total, que me puse manos a la obra.
Me metí en Amazon y compré 5 libros de los mejores inversores de toda la historia.
Y me encerré en casa a leer.
Durante 2 meses prácticamente no hice otra cosa con mi tiempo libre.
No te voy a engañar, el comienzo no fue sencillo.
Había frases en las que mi cerebro no conocía ni la mitad de las palabras.
Pero bueno, yo seguí insistiendo.
Ya sabes, porque soy un pesado.
Y cuando acabé el quinto libro, tuve una extraña sensación.
Algo se había despertado dentro de mí.
Y casualmente no venía de debajo del pantalón, sino de más arriba.
Del pecho.
Sentí la convicción de que sabía cómo podía sacarle partido a mi dinero.
Bueno, la verdad es que no era eso lo que me emocionaba.
Porque, seamos sinceros, a quién cojones le excita sacarle partido a su dinero.
A nadie.
Eso no le emociona a nadie.
Es muy aburrido.
A mí lo que me emocionaba (y me emociona) era poder decirle a mi jefe que, o me dejaba trabajar desde la playa o se podía ir a tomar por culo.
Que no necesitaba ese trabajo, ni ningún otro, porque podía vivir de mis inversiones.
Esa sensación de libertad absoluta, de ser el dueño de todo tu tiempo y de todas tus decisiones, llamaba poderosamente mi atención.
Y para conseguir eso, tenía que poder ganar dinero invirtiendo.
Y yo pensaba que ya sabía cómo hacerlo.
Bendita ignorancia.
No es que no supiera nada. Esos 5 libros me habían dado una buena base sobre cómo invertir en bolsa.
Pero me faltaba algo.
Un par de hostias bien dadas.
Porque la teoría está muy bien, pero cuando aprendes de verdad es invirtiendo.
A base de darte hostias aquí y allá. Es como mejor se aprende.
Y lo mejor es no perder mucho dinero en esas hostias.
Por eso conviene empezar con poco dinero.
Porque al principio es cuando cometes más errores.
Y también los errores más gordos.
Las grandes cagadas.
Verás.
Tras leerme esos libros construí los cimientos. Unos buenos cimientos.
Mejores que el 95% de los inversores.
Es jodido, pero es cierto.
Porque te podrá parecer que 5 libros no es mucho (y no te falta razón).
Pero la inmensa mayoría de la gente que invierte en bolsa no se ha leído ni uno.
Y claro, sus resultados son los que son.
No es casualidad que la mayoría de los principiantes pierdan dinero y huyan de la bolsa pensando que “es un juego amañado”.
Total, que estos libros me pusieron en una buena posición de salida.
Me permitieron dominar conceptos como fondos indexados, gestión activa, elegir acciones individuales y algunas cosas más.
Así que empecé a perfilar mi estrategia.
Era todo nuevo y excitante.
Como cuando conoces a alguien y os pasáis el día sin ropa, sin salir de la cama.
Pues así estaba yo.
Solo que tenía la ropa puesta (la mayor parte del día) y estaba delante del ordenador.
Bueno.
En ese momento me flipé.
Pensaba que ya lo sabía todo (o casi todo).
Que podía elegir acciones igual (o mejor) que Warren Buffett.
Por haberme leído 5 p*tos libros.
Sinceramente, fuí arrogante.
Y la cagué.
Las consecuencias, como no puede ser de otra forma cuando se trata de invertir, no fueron buenas para mi bolsillo.
Pero, de nuevo, aprendí una valiosa lección.
Mira.
Hoy también te voy a dejar con las ganas de saber cómo acaba todo esto.
Creo que no voy a ser el primero (ni el último) que te deje con el calentón.
La vida es así.
Si te tienes que quedar con algo de este email, que sean estas dos ideas:
Para aprender sobre algo, estudia a una persona que sea un referente en ese sector y tenga una larga trayectoria (si tiene libro, mejor)
Cuando empiezas a invertir cometerás errores → Ve con cuidado y no metas mucho dinero
La semana que viene sí que termino la historia, y de paso te muestro cómo invierto mi pasta.
Es decir, lo que hago para que mi sucio dinero me genere más sucio dinero (sé que tienes ganas).
Que pases una buena semana.
Invertir es vivir.